Un hacer apasionado , solidario y de calidad
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La Asociación Solidaridad y Acción es una organización de la sociedad civil que nace por el estímulo de la pastoral social (promoción humana) en el año de 1992, un grupo de voluntarios italianos con sacerdotes de la Diócesis de Padua de Italia, de las parroquias eclesiásticas “Madre del Redentor” de Carapungo, “Reina del Mundo” de Carcelén, “San Lucas Evangelista” de Carcelén Bajo, conformaron la asociación con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables de los barrios urbano-marginales del nor-occidente de Quito, y Esmeraldas.
Somos una asociación de inspiración cristiana que promueve el desarrollo integral de los niños, niñas, adolescentes, familias y comunidades en situación de vulnerabilidad, brindando respuestas alternativas e innovadoras con espíritu solidario y participativo, promoviendo la prevención, restitución y exigibilidad de derechos, contando con recursos técnicos y humanos especializados e infraestructura idónea, bajo un sistema eficaz, eficiente y efectivo
ASA es una organización social consolidada humana, técnica y financieramente, que desarrolla y ejecuta un sistema de servicios de protección integral con las personas, familias, comunidades y territorios, con un estilo flexible e innovador; incursiona en nuevos territorios urbano marginales de Quito en red y alianza para generar impactos e incidencia en la política social
ASA será reconocida como una organización líder, referente en el desarrollo e implementación de modalidades alternativas de protección eficientes y de calidad para niños, niñas y adolescentes, familias y comunidades en situación de vulnerabilidad.
- Persona: Valoramos a cada niño, familia, comunidad, en todos los ámbitos de nuestro día a día. La serenidad de nuestro trabajo se manifiesta cuando damos lo mejor de nosotros mismos a las personas con quienes compartimos tareas. Este compromiso de bien nos mueve a apoyarnos y confortarnos mutuamente, crecer y trascender.
- Responsabilidad: Nos guía en nuestro trabajo y nos mueve a trabajar bien y al máximo nuestros talentos y recursos. Ser responsables nos anima a ser coherentes y consecuentes con nuestras decisiones y nuestras acciones. El sentido de responsabilidad nos cuestiona y nos empuja a no ser indiferentes ante una realidad compleja que exige una respuesta compleja.
- Territorialidad: Es una opción por valorar lo que somos, lo que tenemos y el espacio donde vivimos. Es un quehacer en el que todo aporte es un recurso que debemos poner al servicio de todos. La territorialidad es asumir la utopía de construir el lugar que soñamos para todos.
- Solidaridad: Es salir al encuentro del otro, día a día, sentir con cada persona, caminar juntos para construir el bien común. No podemos estar contentos mientras la inequidad, la injusticia, el individualismo y el egoísmo estructuren y den sentido a las relaciones cotidianas.
- Compromiso: Aquello que dinamiza nuestro hacer no es el miedo, la fama, el interés, el poder; sino, la pasión por el ser humano y la vida. Pasión dinámica que nos impulsa a enfrentar el presente con serenidad y optimismo; y, asumirlo como oportunidad, como exigencia.
- Una respuesta a favor de la vida: Nuestra meta es aportar en la construcción de un mundo en el que todos podamos vivir plenamente. Nuestra ética es la búsqueda del bien a través del trabajo honesto y silencioso.
- Sobriedad: Gozar el hacer sin aparentar, poniendo el corazón y la acción en lo realmente importante.